Zaragoza
plaza a plaza
Luego, cuando alguien les pregunta
qué les ha parecido Zaragoza,
se preguntan si realmente debajo
de aquellas estructuras urbanas
que percibieron desde lo alto
de la torre del Pilar,
había vida.
Esta guía de Zaragoza que tienes entre las manos recoge el espíritu de José Antonio Labordeta, el del caminante que recorre la ciudad de sus gentes, la del día a día, la del pulso cotidiano. Es una invitación a inventarte la ciudad, «porque es un espacio abierto que lo que necesita, precisamente, es imaginación… para descubrir por tu cuenta, lugares hermosos que los hay». Una invitación a pasear no con la mentalidad de ver grandes obras arquitectónicas, sino para visitar la Zaragoza que un día soñaron sus vecinos pero que la «realidad ventera de este país destrozó». Sólo así harás de tu paseo una gran aventura que te hará descubrir rincones ocultos, calles, plazas y edificios singulares que no encontrarás en las grandes guías oficiales. Un recorrido «de carácter cotidiano y hasta de cotilleo menudo» tras las huellas que un día José Antonio plasmó en su ‘Zaragoza, plaza a plaza’. Un texto en el que el poeta se lamenta primero de la ciudad perdida, de la ciudad madrastra descomunal y desbarajustada, de la Zaragoza que podría ser y no es, para a continuación llevarte de la mano por una Zaragoza «distinta y lejana», llena de pequeños detalles que, a pesar de los destrozos de Los Sitios de Zaragoza y la bárbara piqueta, te enamorará.
Así, saltando de plaza en plaza, Labordeta nos marca la ruta que guiará nuestro caminar. Y sin olvidar sus palabras imaginaremos trazos diferentes para cargar nuestra mochila de experiencias propias. Porque José Antonio te reta a que lo hagas, a que te inventes tu camino y que esta guía no sea más que una propuesta de partida para que la disfrutes y la combines como más te guste.
Prepárate a disfrutar
José Antonio Labordeta frente a San Cayetano